A mis tíos, por ella...

Esperaba ansioso, a que llegaran los domingos, no para que mi mamá me levantara a tomar un baño y ponerme mi ropita de las salidas y asistir a misa, sino para ir a su casa a comer, a jugar, también a que me diera mi Domingo, años después dejé de percibir esta donación, pues ya éramos bastantitos.
Más tarde, fue la única persona capaz de enseñarme a hacer divisiones de la forma correcta, yo sabía hacerlas pero con un procedimiento distinto al de los demás; lo que varios años en la escuela trataron de hacer mis profesores, en una tarde sentado en su mesa, mesa de color naranja, si mal no recuerdo, en esa tarde, ella me lo enseñó.
Años después mientras jugaba videojuegos con mi hermano, recibimos la noticia de que su compañero de vida había fallecido, a mi no tan corta edad, eso de la muerte, no estaba bien aprendido en mis conceptos. Ella renació otra vez, ahora más viva, más de color, más ella.
Alguna vez en mi época rebelde, me fui a su casa a vivir, porque según yo, en mi casa no me comprendían, sólo cariños, buenos tratos, cenas increíbles a las 2 de la mañana al llegar de con mis amigotes, almuerzos "para que se te quite lo crudo mijo” según sus palabras; eso y más me regaló, se que no lo merecía, pero para esos ojos, arrugados, llenos de bondad, sólo les importaba verme feliz.
Un día como otro, llegó a mi casa a vivir, volví a ser un niño, me mimaba como tal, tuve un accidente en moto y en mi convalecencia, nunca me levanté ni por un vaso de agua, ella con su paso cansado pero siempre firme, subía los 20 escalones que llevan a mi habitación para ayudarme, atenderme y checar que estuviera bien.
Después tuve la dicha de que me viera todo un abogado, según yo; nunca me lo dijo pero estaba muy orgullosa de mí, esperaba demasiado, ya no lo podrá ver, pero que sin duda, se lo ofreceré.
Cuando partí, nunca me imaginé que sería la última vez que nuestras miradas se cruzaran, el destino es así, no tuve la oportunidad de decir adiós, no pude verla a ella sufriendo su enfermedad, pienso fue mejor, en mi mente siempre la recordaré caminando, fuerte, buscando algo que hacer, dando clase en sexto grado.
Un amigo me dijo, “compadre, en el cielo van a comer conmadre los ángeles”, y si, yo que no creo en esas cosas, se que ella en el cielo nos está cuidando, ABUELA, gracias, gracias por todo, dos meses tardé en sacar de mis labios esas 6 letras, que sólo a mí me dejabas pronunciar, abuela…

BIENVENIDA

Antes que cualquier otra cosa te doy las gracias por dedicar tu tiempo para leer este espacio, ya sea porque no tengas nada mejor que hacer, encontrarás este espacio por cualquier jugarreta del destino y no tengas nada mejor que hacer o porque seas mi amigo, conocido o familiar, cualquiera que sea tu camino que te trajo hasta acá, eres bienvenido. En este Blog buscaré comentar sobre lo ridículo pero a a vez divertido que es el actuar de los políticos mexicanos, y en concreto los coahuilenses. Además de narrar un poco algunas historias personales del de la voz.